Skip to content

“Estos corresponsales ciudadanos, integrados por periodistas y miembros de la sociedad civil de todo el mundo, comparten las historias de sus comunidades con el objetivo de darle voz a quienes no la tienen, incidir por un cambio y conectarse con los creadores de políticas y tomadores de decisiones.”

Los Corresponsales Clave tienen la misión de informar  y difundir los temas relacionados con la salud y el desarrollo desde las bases,iniciando un proceso que promueva el empoderamiento y la movilización de la Sociedad Civil y las comunidades afectadas por el VIH, SIDA y la Tuberculosis. El Equipo de Corresponsales Clave a nivel internacional está conformado por 200 corresponsales de 40 países, con una fuerte representación en Asia y África. El primer grupo de Corresponsales Clave de América Latina y el Caribe fue entrenado en noviembre de 2009 y está conformado por 20 corresponsales de 17 países de la región.

Con el fin de incidir por una respuesta más efectiva al VIH y la TB e influir en los procesos de creación de políticas y toma de decisiones, los CC reúnen, consolidan y distribuyen artículos de calidad que describen las perspectivas locales. Estas perspectivas  sobre temas nacionales, regionales e internacionales son tratados a través de entrevistas, coberturas de conferencias y proyectos específicos, como así también a través de la impronta personal y la pasión por escribir de cada corresponsal.

La International HIV/AIDS Alliance (la Alianza) desarrolló este proyecto en América Latina para sumarlo a la propuesta global de  corresponsales de base comunitaria.

Establecida en 1993, la Alianza es una colaboración mundial conformada por 33 organizaciones de enlace nacionales y una Secretaria internacional con oficinas en el Reino Unido, los Estados Unidos, Bélgica e India y representantes regionales, que trabajan para apoyar las acciones comunitarias contra el SIDA en los países en desarrollo.

La visión de la Alianza es un mundo en el que el SIDA no sea una causa de muerte. Esto significa un mundo donde las comunidades puedan controlar el SIDA a través de la prevención de la transmisión del VIH, del acceso a los cuidados y al tratamiento, y la disminución del impacto de la epidemia.